Podcast: Descargar
Suscribirse: Apple Podcasts | Spotify | iVoox
Aunque este artículo no va de alimentación, ni de entrenamiento (aunque si lo haces a mano vas a pegarte una sudada), me parece bastante útil a la hora de reciclar ese aceite usado que ya no vamos a utilizar para cocinar.
Ahora parece que está de moda el tema de los jabones con cero parabenos y cero historias, en este caso el resultado final será sólo jabón y glicerina, sin más aditivos. La sosa se neutralizará saponificando (transformando en jabón) el aceite.
Para poder usarlo con seguridad como jabón corporal echaremos más aceite del mínimo necesario y al acabar el proceso nos aseguraremos midiendo el Ph.
Ingredientes y cacharros necesarios
- Aceite vegetal usado (mejor oliva)
- Sosa cáustica
- Agua
- Cacerola o recipiente redondo de plástico
- Batidora o palo de madera
- Caja o recipiente para dejarlo secar
También puedes hacerlo con aceite sin usar, pero me parece un desperdicio, pudiendo reciclar el que ya no te sirve de la cocina. Si no haces muchos fritos siempre puedes recoger el aceite usado de alguien cercano.
No tengas miedo de que esté usado. Por mucho que hayas escuchado que deja olor a fritanga, tengo que decirte en mi caso no es así (y llevo usando este tipo de jabones muchos años).
Proporciones
Las proporciones de agua, sosa y aceite son fundamentales a la hora de que nos salga un jabón de calidad, lo que se traduce en que no sea agresivo para la piel y haga buena espuma.
Ya había hecho jabón unas cuantas veces antes de ésta, pero siempre había sido un jabón bastante basto y con un PH ligeramente alto (tira hacia lo corrosivo), lo que hacía que estuviera muy bien para lavar ropa, pero no era tan suave para la piel…
Sobreengrasamiento del jabón para uso corporal
Para evitar esto, lo que necesitamos es echar más aceite o menos sosa. De esta forma sobreengrasamos la mezcla.
El índice de saponificación del aceite de oliva con respecto a la sosa cáustica es del 0,136 g / ml. Es decir que si tenemos medio litro de aceite de oliva, necesitaremos 68 gramos de sosa (500 x 0,136 = 68).
Ten en cuenta que si estás usando una báscula para las cantidades, el aceite es menos denso que el agua (por eso «flota» sobre ella). Tiene una densidad de 0,916 kg/litro, por lo que 1 litro de aceite equivale a 916 gramos.
Esto es lo que necesitaríamos para hacer jabón normal, pero como lo queremos hacer para uso corporal e incluso que sirva para pieles secas, lo que haremos será hacer el sobreengrasamiento, para que tenga más aceite. De esta forma nos aseguramos que no queda nada de sosa sin neutralizar y también será más hidratante a la hora de usarlo.
Para hacer esto tenemos que incrementar el valor que teníamos de índice de saponificación un 10%, para ello le quitamos un 10% de sosa. Vamos a verlo directamente en números para medio litro y un litro de aceite.
Usaremos una tercera parte de agua que de aceite en la mezcla (500 x 0,3 = 150 ml).
Cantidades finales para jabón para uso corporal
- 500 ml ACEITE de OLIVA
- 61 gr SOSA CAÚSTICA
- 150 ml AGUA
- 1000 ml ACEITE de OLIVA (1 litro)
- 122 gr SOSA CAÚSTICA
- 300 ml AGUA
Pasos para hacer jabón
- Deja todo el material preparado, incluidas las cantidades de agua, sosa y aceite. El aceite deberá estar bien colado. Una cosa es que no deje olor y otra muy distinta que nos encontremos tropezones de croqueta cuando nos vayamos a duchar.
- En un recipiente, mejor de plástico (para evitar problemas de corrosión con la sosa) echa el agua y poco a poco ve añadiendo la sosa mientras le das vueltas con una cuchara o un palo de madera. Intenta hacer esto en el exterior, guantes y mascarilla. Los vapores son bastante tóxicos y las salpicaduras en este punto peligrosas.
- Una vez disuelta la sosa, ve añadiendo poco a poco el aceite mientras vas removiendo. Si tienes un ayudante esto será más sencillo, pero si estás con niños mejor que se queden mirando, desde lejos. No queremos que inhalen los vapores ni que les salpique. Si te salpicas lávate inmediatamente con agua abundante. Si no eliminamos el agente corrosivo (la salpicadura) nos seguirá quemando.
- Ahora tenemos dos opciones, estar removiendo a mano durante una o dos horas o meter la batidora de casa. Tenemos que conseguir una mezcla espesa parecida a las natillas.
- El truco es dejar que gotee del palo o la cuchara y que se quede en la superficie (que no se hunda). Si lo hacemos con la batidora será algo muy rápido, dependiendo de la temperatura puede durar desde menos de un minuto a unos pocos. ¡Mucho cuidado con que no salpique!
- Echamos la mezcla en el molde. Y la dejamos tranquila unos días.
- Vamos tocando con el dedo y cuando veamos que ha quedado dura más o menos como la mantequilla de la nevera, la desmoldamos y la cortamos con un buen cuchillo. Verás qué bien huele a jabón.
- Dejamos los trozos cortados hasta que hayan pasado 30 días desde que hicimos el jabón para que se sigan curando y se complete el proceso (toda la sosa se neutralice).
- Pasados los 30 días ya podemos usar los jabones. Puedes medir el Ph para asegurarte. En la siguiente sección explico cómo hacerlo.
¿Es seguro utilizar este jabón para la piel?
Debemos dejar reposar el jabón al menos 30 días. Es el tiempo que necesita para completar el proceso y que toda la sosa se neutralice.
Aún así podemos medir con tiras de Ph que éste no sea mayor de 10. El que hice con estas cantidades dio una medición de un Ph de 8.
Hay otro «truco» para no estar con las tiras de Ph que es tocarlo con la punta de la lengua. Si no pica es que está por debajo del límite marcado y es seguro.
Si nos pica la lengua es que aún no está listo y deberemos dejarlo más tiempo curando. No se te ocurra hacer lo de la lengua nada más meterlo en el molde porque te la puedes quemar.
Nota final
A pesar de usar sosa en el proceso, ésta debería quedar completamente neutralizada tras los 30 días de curación. Dicho esto, la información que has encontrado aquí en cuanto a la seguridad de su uso está recogida de diversas fuentes de Internet y de mi propio uso de este tipo de jabón. Con lo que no garantiza su seguridad al 100%, pero sí nos da unas indicaciones prácticas al respecto.
Personalmente lo veo como una alternativa genial por uso de recursos (respeto al medio ambiente) y poder usar un jabón sin parabenos ni aditivos extraños a los que cada día más personas les causan problemas.
Si tienes algún problema de piel pregunta antes a tu dermatólogo (puede que te lleves una grata sorpresa o no…). O si este tipo de jabón te causa algún problema deja de usarlo. Me temo que nadie va a financiar ningún estudio mostrando los posibles beneficios de un jabón que puedes hacerte en casa frente a uno que te venden (y del que alguien saca un beneficio económico).