A continuación te voy a explicar una dieta sencilla y efectiva, la manera más eficaz y fácil para adelgazar si te sobran unos kilos. Más que una dieta, es una estrategia. Vas a poder comer de todo lo que compres sin pasar hambre. Vamos al lío.
Eres lo que compras
Ya conoces el dicho de eres lo que comes, y ¿qué es lo que comes? Pues lo que compras en el súper/tienda/mercadillo/etc. Si compras patatas fritas y bollos, pues comes patatas fritas y bollos. Y si compras aguacates, tomates y chuletón, pues vas a comer aguacates, tomates y chuletón. Imagino que ya ves por donde van los tiros.
La próxima vez que estés en la cola, esperando para pagar, fíjate en los carros de la gente y en el que empuja el carro. Es raro que veas a alguien atlético con el carro lleno de patatas fritas, croquetas congeladas, helados, bollos para desayunar, etc. O, por el contrario, a una persona obesa con el carro lleno de fruta y verdura.
Bien, limitando la cantidad de caprichos (vamos a llamar así a la comida basura porque queda más fino) que te llevas a casa, limitas la cantidad de éstos que te puedes comer. Aunque estés aburrido si sólo tienes para picar unas cerezas, pues no te vas a poder comer una bolsa de patatas tú solo.
¡¡¿Me estás diciendo que no voy a poder volver a comer patatas fritas?!!
NO, te estoy diciendo que ciertos alimentos no son lo mejor para tu salud y que PUEDES COMER DE TODO, pero ten en cuenta lo que es comida de verdad, lo que son caprichos y actúa en consecuencia. Para verlo todo de forma más concreta vamos a elaborar una estrategia ganadora.
Si llevas mucho tiempo comiendo mal (muchos caprichos) y dejas de comprarlos de golpe, tienes el 99,99% de posibilidades de bajar a la tienda de debajo de casa a por donuts el segundo día o antes. Así que como la fuerza de voluntad es limitada, vamos a ponérnoslo fácil trazando un plan.
La plan de éxito de la dieta simple y efectiva: la lista de la compra
Pues vaya mierd.. de plan, pensarás. Si hubiera puesto que el plan de éxito va a ser: “TU GRAN FUERZA DE VOLUNTAD” quedaría de p… madre pero ibas a durar menos que un bollo de chocolate en tu despensa el segundo día de “dieta”.
La lista de la compra es tu principal arma para conseguir tu objetivo. Ahora haz dos columnas: una de comida real: carnes, pescados, huevos, frutas, verduras, arroz, pasta, leche (entera) y otra de caprichos.
Pero, ¿qué son los caprichos?
Aunque venga de la fruta, un zumo envasado es un capricho; una bebida light es un capricho; las galletas son un capricho; la comida preparada, también. ¡Cocina! y si no tienes tiempo cocina mucha cantidad y lo congelas.
Como hay un montón de cosas y puedes tener dudas, piensa en tu abuelo, todo lo que no fuera capaz de reconocer hace 30 años se considera capricho. Esta norma mola mucho porque cuando tu abuelo era joven había vino y cerveza JAJAJA. No es una regla fija pero te ayudará. Creo que con esto ya te puedes hacer una idea y, lo siento, pero una cerveza también es capricho, pero pequeñín.
Haz la lista de la compra con las dos columnas. En la primera columna, la de comida de verdad mete algo (o mucho) de verdura para todos los días de la semana y también fruta. En la segunda columna, la de los caprichos, apunta los que fueras a comprar normalmente, todos, apunta todo bien porque sólo puedes comprar lo que esté en la lista. No vale que veas una oferta de galletas y la compres, sólo lo de la lista. Tampoco vale si la cajera cuando vas a pagar te ofrezca el paquete de 4 donuts por un euro y te de penilla y lo compres.
Ahora que ya tienes hecha la lista, tacha los caprichos de los que crees que puedes quitarte para la próxima semana (estamos suponiendo que es la compra semanal). La mitad está bien, no te pases de optimista, pero tampoco dejes muchos.
Si después de la primera semana ves que puedes con ello tacha alguna cosa y así sucesivamente hasta que te queden pocos caprichos. No te obsesiones con el tema y por supuesto, ¡no los elimines del todo! Que si no, vaya tristeza de vida. Es muy bueno darse un capricho de vez en cuando (que rica una cervecita después de entrenar) pero una cosa es que sean eso, caprichos, y la otra que sean la base de tu alimentación.
Espero que este plan te sea de gran ayuda. No soy nutricionista ni pretendo sustituir los consejos o directrices que te puedan dar, pero antes de ponerte a hacer la dieta de la alcachofa o alguna chorrada del estilo que encuentres en la revista de turno, prueba con esto que no te va a costar nada y vas a crear un buen hábito. Si tienes alguna duda sobre esta dieta sencilla y efectiva o te apetece comentar cómo te ha ido con ello o lo que quieras, escribe un comentario. ¡Gracias!