Si te has planteado alguna vez el querer tener el hábito de hacer ejercicio te sonará el eslogan publicitario, que está tan de moda últimamente de que sólo necesitas 21 días para crear un hábito, viene de los años 50 cuando el señor Maxwell Maltz, que era cirujano plástico, se dio cuenta de que a la gente que operaba y le cambiaba algún rasgo en la cara, tardaba esos días en acostumbrarse a su nuevo aspecto. No sé hasta qué punto esto es extrapolable al campo del ejercicio, ni mucho menos quiero contradecir a un señor cirujano, pero el rollito este de que en 21 días lo tienes todo hecho tampoco te lo creas del todo, no sea que te lleves un chasco. Si fuera tan matemático, el día 21 de enero sería el Día Mundial de los Hábitos Consolidados, por aquello de que en Año Nuevo nos ponemos todos las pilas con los buenos propósitos. Siento decirte que, en vez de eso, es el Día Internacional de la Medicación, ¡toma ya! ¡vaya día guapo! ¡Vámonos de fiesta!
ÍNDICE
Cómo crear el hábito de hacer ejercicio
Cualquier esfuerzo resulta ligero con el hábito. Tito Livio
Cuando queremos empezar a hacer ejercicio, es fundamental crear el hábito para conseguir acoplarlo dentro de nuestra rutina diaria hasta que, casi por arte de magia, no nos suponga esfuerzo el realizarlo o por qué no, incluso lo disfrutemos.
Marcarse un objetivo
El vital, a la hora de querer empezar un hábito, el marcarnos un objetivo con tres cualidades fundamentales: que se pueda medir; que sea tirando a corto plazo y que sea realista.
Que se pueda medir
Si mi objetivo es estar más fuerte o correr más es algo un poco difícil de medir, en cambio, sería un objetivo mucho más fácil de cuantificar objetivamente el número de flexiones o un tiempo determinado a la hora de correr una distancia concreta.
A corto-medio plazo
El tiempo en que vamos a tardar en alcanzar nuestro objetivo es importante a la hora de motivarnos. Si nos marcamos un objetivo para dentro de dos semanas, es mucho más fácil que sigamos motivados hasta alcanzarlo que si nos lo ponemos para dentro de 6 meses. Aunque un objetivo a dos semanas no puede ser muy ambicioso, simplemente seguir haciendo ejercicio después de dos semanas ya es un muy buen objetivo para fijarse.
Realista
Si, por ejemplo, yo me marco como objetivo perder 10 kilos o hacerme el doble de flexiones en el plazo de dos semanas, pues me estoy engañando a mí mismo, porque el objetivo es totalmente irreal, por mucho que en algunas web de internet nos lo vendan como tal. Es medible y es a corto plazo, pero es pura fantasía.
Otras herramientas para ayudarte con el hábito de hacer ejercicio
Marcarse un objetivo que se pueda medir, alcanzable a corto plazo y realista es la herramienta fundamental, pero también tienes otras ideas que te puedes servir de ayuda si eres un poquito «inhabitado»
Calendario
Parece un poco chorra, pero buscando información por internet para hacer un artículo bonito bonito y de calidad, me he encontrado con el método de Jerry Seinfeld, creo que soy la única persona que está en internet que no ha creado un método JAJAJA.
El caso es que este señor propone coger un calendario bien grande y un rotulador bien gordo y bien rojo, para que se vea bien. Pones el calendario en un sitio muy visible de la casa y cada día que completes el hábito pones una cruz grande. Si te has pasado de perruno y no has entrenado un día concreto, o te ha surgido un imprevisto inexcusable (porque seguro que tú no eres una persona vaga), la casilla de ese día la rellenas entera de rojo, que se vea bien, que todos lo vean, para que cada vez que veas el calendario te de vergüenza y no se te ocurra jamás jamás en tu vida volver a saltarte el entrenamiento. (Recuerda la imagen del inicio del artículo, para que veas a lo que me refiero)
Esto tienes que hacerlo hasta que tengas el hábito de hacer ejercicio tan interiorizado que ya no te haga falta seguir poniendo cruces o hasta que se te gaste el rotulador rojo de rellenar tantos días seguidos sin entrenar, pero seguro que eso no te va a pasar.
Cuéntalo
Díselo a todo el mundo. Diles que te vas a poner a hacer ejercicio y que te ayuden con ello. Así igual hasta consigues compañeros de entrenamiento o, en el peor de los casos, te dará más vergüenza aún que el calendario pintado de rojo contarle a tus colegas que ya has dejado de hacer ejercicio.
Resumiendo…
Ten fuerza de voluntad al principio y poco a poco cada vez de costará menos. Somos animales de costumbres, una vez que la tenemos creadas ya hacemos las cosas por inercia. Empezar con el hábito de hacer ejercicio al principio cuesta, pero una vez que coges continuidad acaba gustando, de verdad, ya no es que lo vayas a hacer por inercia, es que además te lo va a pedir el cuerpo y luego te vas a encontrar mucho mejor, ya lo verás.
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Gracias y espero que te haya gustado.