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Lo que verás es que ahora tú controlas su mente. Tú tienes su mente. Sus ojos ya no son salvajes. Has tomado el kudú dentro de tu propia mente. Karoha (cazador bosquimano)
La caza de persistencia es un arte más de caza que tribus de cazadores-recolectores han utilizado hasta nuestro días. En la primera parte estudiamos en profundidad la hipótesis de este tipo de caza en el Paleolítico, cómo funciona, ritmos de carrera y si merecía la pena o no tanto esfuerzo. Ahora veremos este noble arte de forma más práctica y muchas de sus variantes, porque la caza de persistencia no es ni mucho menos un concepto cerrado.
ÍNDICE
¿Cómo era realmente un jornada de caza de persistencia?
En los últimos 30 años sólo se ha conseguido observar este arte entre los habitantes de Kalahari. Lieberman en su estudio sobre la caza de persistencia narra una jornada de caza.
La caza se hace en el momento más caluroso del día, con temperaturas máximas entre 39 y 42º C. Antes de comenzar los cazadores beben tanta agua como pueden.
Empiezan 3 o 4 aunque alguno de ellos es muy mayor o no se le ve muy en forma. Esto lo hacen porque un grupo de cazadores puede rastrear más rápido que uno solo. Cuando se sigue el rastro lo más rápido posible, a veces éste se pierde y hay parar o incluso dar marcha atrás para volverlo a encontrar. Los que corren menos, lo que serían las liebres si estuviéramos hablando de una carrera, van rastreando delante lo más rápido que pueden y el cazador más rápido va detrás de ellos a ritmo tranquilo.
Cuando va pasando el tiempo el corredor más veloz pasa a la cabeza y remata la faena. La teoría también dice que es mejor un kudú macho, ya que debido al peso de los cuernos se cansará antes. Pero en la práctica suele haber modificaciones. Os dejo un vídeo en el que Karoha, el cazador autor de las palabras de la intro, alcanza él solito a una hembra. Él sólo y descalzo. (Es la primera filmación de una caza de persistencia):
https://youtu.be/UisnHp0Oqc4?t=37m55s
En este otro vídeo, grabado años después, sí que van varios cazadores y derriban un macho.
¿Os habéis fijado qué maravilla de patrón de aterrizaje? ¿Como aterriza con el antepié a pesar de llevar esas zapatillas? Está grabado en 2.001 y los bosquimanos ya tenían zapatillas.
Lieberman dice que es posible que haya bajado el porcentaje de éxito de este tipo de caza en los últimos años. En 1.985 los cazadores corrieron durante toda la cacería matando al kudú en menos de dos horas. En cambio, 15 años después parte de la caza se hizo andando. Uno de los cazadores que él vió abatir un kudú la primera vez ya había fallecido y su hijo que tenía 34 años decía que ya no estaba en forma para hacer eso. Es un tipo de caza que ya en 2.001 apenas se practicaba entre ellos.
Lieberman sufrió la exigencia de la caza de persistencia en sus carnes. Cuenta que corrió con ellos parte del recorrido. Cuando se encontró de nuevo con los cazadores llegó un momento en que dejó de sudar. Éstos se dieron cuenta de que estaba sufriendo un golpe de calor y después de haber corrido hasta agotar el kudú, uno de ellos fue corriendo 8km hasta el campamento para mandar al padre de éste a traer agua.
Conocen bien los límites y cómo atajar un golpe de calor. Cuando llegó el padre le dijo que no bebiera mucha agua muy rápido porque podría morir. Le dijo que primero se mojara el pelo y la cara y que diera pequeños sorbos manteniendo el agua en la boca tanto como pudiera. ¡Cuánto trabajo dan estos occidentales! 🙂
Detalles importantes de la caza de persistencia
A parte del pequeño detalle de ir viendo cómo nos encontramos para que no seamos nosotros los que suframos el golpe de calor en vez de nuestra presa, hay que tener en cuenta el esfuerzo que conlleva este tipo de caza.
Si es que da mucha pereza…
Muchas veces de las que se sigue el rastro de un animal, éste se abandona por encontrar una madriguera en la que hay signos de algún animal en su interior. Cuestión de economía de esfuerzo. Un cazador-recolector se basa en este principio, constantemente están cambiando sus métodos de caza según cambian las posibilidades de éxito. Por eso hay que hilar fino…
Hay que hilar muy fino
Saben que las kudú hembra sólo pueden ser cazados por persistencia si están heridas o preñadas (algo verían en la hembra del primer vídeo). En cambio, los machos sí, debido al peso de su cornamenta.
Después de una noche de luna llena es un buen día, ya que los animales suelen estar activos durante la noche y a la mañana siguiente están más cansados. También saben que ciertos meses del año los kudús son atacados por un insecto que les deja más débiles.
Al final de la temporada seca, cuando los animales están peor nutridos, es la mejor época. A esto hay que sumarle que en esta época es más difícil caminar con sigilo sobre la hierba, ya que al estar seca enseguida sus presas les oyen acecharlas para lanzarles una flecha envenenada, que es una caza de persistencia con ayuda…
Hay muchos tipos de caza de persistencia
Caza de persistencia menor
Hay infinidad de formas de conseguir alcanzar un animal. Otra forma de caza de persistencia que se observó en los habitantes de Kalahari era correr detrás de animales pequeños que les salían al paso y derribarles lanzando una cachiporra. Pero el tipo de caza de persistencia (si puede llamarse así) que los ¡Kung San utilizan para dar caza a los grandes antílopes (kudú, orix, etc) es con ayuda de flechas envenedadas.
Herir previamente con flechas: Los ¡Kung San
Cuando los ¡Kung localizan a una manada de Orix (por ejemplo) van reptando sigilosamente hasta que les tienen a tiro. Esto son de 25m (lo mínimo viable), hasta 10m (lo óptimo). Esto les puede llevar 20, 30 o incluso 40 minutos. Una vez ahí lanzan una flecha. Si hace tiro y el animal sale huyendo intentan correr hacia él para conseguir otro tiro y meterle más cantidad de veneno. Lo mismo harán los compañeros de caza. Normalmente intentan tirar a varios animales para incrementar las posibilidades de éxito.
Una vez que han hecho blanco no salen corriendo detrás del animal. Se quedan a analizar las huellas para saber cuáles son las del animal herido. Por ejemplo, miran si hay sangre. Eso significa que se ha hecho un buen blanco, pero no siempre es lo mejor ya que parte del veneno puede no estar afectando al animal… Como veis la cosa no es tan sencilla como puede parecer en un principio.
Ahora siguen al animal durante varios kilómetros para ver qué tal va, si se va debilitando, si el veneno le está haciendo efecto. También tienen en cuenta la dirección, si se aleja del campamento o se acerca; si hay leones por los alrededores que lleguen antes que ellos al festín…
Si han hecho un buen blanco, después de una hora tras el rastro saben aproximadamente cuando morirá el animal y donde. Si el veneno va algo más lento le siguen durante una hora más. Después de esto vuelven al campamento.
El veneno tarda entre 6 y 24 horas en hacer efecto. Si siguen al animal es probable que se vaya aún más lejos, por eso y para pedir colaboración para traer a casa toda la carne, vuelven a hacer noche al campamento. A la mañana siguiente van en busca del animal, lo trocean y lo llevan al campamento (fuente).
El único momento en que tienen que correr es para hacer un segundo o tercer disparo a las presas, el resto se hace caminando.
En este vídeo se puede ver un ejemplo de este tipo de caza, más a modo de representación teatral que de realidad:
Sólo superada por la caza con perros
Poco a poco se van introduciendo técnicas que permitan menor esfuerzo. Estudiado el éxito de la caza de persistencia en cuanto a energía obtenida respecto a la energía invertida, sólo es superada por la caza de persistencia siendo ayudados por perros. Ni la caza con trampas, arco y flechas es superior en este aspecto. Por supuesto sin citar las armas de fuego, que en el año 1.979 cuando Richard B. Lee publicó su trabajo cuando convivió con los ¡Kung, ya había pueblos de la zona que las utilizaban.
Lluvia
Como dato curioso decir que en la temporada de lluvias los bosquimanos no cuentan con la ayuda del calor para provocar la hipertermia en sus presas. En cambio, saben que hay tres especies de antílopes que se pueden coger a la carrera si se persiguen durante la temporada de lluvia. Se les abren las pezuñas al correr sobre la arena húmeda provocando problemas de rigidez en sus articulaciones.
Caza de persistencia en otros pueblos
Hay muchos pueblos que han practicado y practican, cada vez menos, la caza de persistencia. Por citar algunos ejemplos:
Tarahumara cazando ciervos
Los indios tarahumara, sí los del libro Nacidos para correr. Aquellos que viven en las barrancas del cobre y llevan huaraches son capaces de agotar un ciervo a la carrera hasta su extenuación y luego axfisiarle con sus propias manos, al estilo de lo que hacen los grandes felinos cuando dan alcance a su presa (fuente). Imagino que aquí jugarían con la oreografía del terreno para dar caza al ciervo.
Las tribus del noroeste de Australia también han dado caza a los canguros con esta técnica. También los indios americanos paiutes y navajos han conseguido agotar a uno de los antílopes más veloces de la tierra: el americano (fuente).
Mi abuelo cazando a la carrera medias perdices
Me contaba mi abuelo que a mediados de julio cuando el sol está bien alto, las perdices jóvenes que han nacido ese año no son capaces de dar más de dos o tres vuelos seguidos debido al calor. Si iba a por una y no la perdía de vista era capaz de cogerla.
Resumen y comentario final sobre la caza de persistencia
La caza de persistencia es una técnica de caza más que hemos usado, posiblemente también en el Paleolítico, como cazadores-recolectores. El tipo de caza de persistencia pura de agotamiento a la carrera en condiciones de calor extremo es la variante más espectacular, pero no la única. Dependiendo de la estación del año, el lugar y un sinfín de factores se elegiría un tipo u otro.
Humanos en estado salvaje y maratones
Cuando los homo sapiens estamos en estado salvaje no hacemos entrenamiento de fondo como tal. De hecho es muy raro repetir la caza de persistencia dentro de la misma semana, fue justo lo que se hizo para grabar uno de los documentales que hemos visto más arriba, a petición de las personas encargadas del rodaje. El único entrenamiento es caminar mucho todos los días en su día a día y unas pocas veces al año, sobre todo en la temporada de sequía, intentar este noble y agotador arte. Aunque quizá en el Paleolítico, al no tener flechas ni puntas de lanza decentes fuera una de las más comunes…