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Hace un par de meses, en una entrevista me preguntaron, que qué era eso de ser estoico. Tengo clara la esencia de lo que es, pero me quedé un poco en blanco y sólo se me ocurrieron un par de ideas un poco vagas sobre el desprecio de lo material y no temer la muerte.
Pero al ir trabajando en las cartas a Lucilio, para sacar el libro Cartas de un ESTOICO, me encontré con una definición que el propio Séneca (en la carta 45) hace de lo que es un estoico. Así que, sin más, aquí la tenéis:
Un estoico es aquel que lleva dentro de sí todos sus bienes,
que tiene alma grande y elevada,
que desprecia todo lo que el mundo admira,
que no ve a nadie por el que quisiera cambiarse,
que no estima al hombre más que por las cualidades que le hacen digno de este nombre,
que no tiene otro maestro que la Naturaleza,
que se conforma con sus leyes y que vive como ella ordena,
a quien el poderoso nada puede quitar,
que convierte el mal en bien,
firme en sus juicios,
inmutable,
intrépido,
a quien la violencia puede conmover, pero no turbar;
en fin, aquel a quien la fortuna, después de descargarle los golpes más rudos, solamente puede causar pequeña herida, y esto, rara vez.
Lo breve, si es bueno (y potente como en este caso), dos veces bueno.
Si quieres tener todas las cartas de Séneca a su buen amigo Lucilio en papel o en formato digital,
las encontrarás en el libro Cartas de un ESTOICO.