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Hacer el pino con la cabeza apoyada es una de las progresiones que nos ayudarán a hacer el pino apoyando sólo las manos en el suelo. Si nunca hemos trabajado en la posición invertida, es decir, cabeza abajo, es posible que tengamos dificultades para llevarla a cabo.
Pino con la cabeza apoyada
Antes de continuar quiero dejar claro a qué postura me estoy refiriendo. Es un pino en el que apoyamos la cabeza en el suelo además de las manos formando con nuestro cuerpo una especie de trípode.
No me estoy refiriendo a hacer el pino exclusivamente apoyando la cabeza en el suelo (sin manos).
¿Por qué no me sale hacer el pino?
Hay personas que tienen facilidad para hacer ejercicios gimnásticos y otras que no tanto. Si eres de las primeras, es posible que el primer día que intentes el pino con la cabeza apoyada, consigas tu objetivo.
Pero hay personas, diría que la mayoría, en las que al ponernos boca abajo parece que la cosa no va bien y nos bloqueamos.
Es algo totalmente normal. Cuando nuestro cuerpo, o en este caso sería mejor decir nuestra mente, percibe una situación de inseguridad, intenta protegerse de ella.
En este caso nuestra mente dice: – No te pongas así, que te puedes hacer daño. Entonces nuestro cuerpo parece que no quiere facilitarnos la tarea de hacer el pino.
Lo que tenemos que hacer es enseñar a nuestra mente que tenemos la situación controlada, para que se relaje y nos permita hacer este ejercicio gimnástico.
Primeros pasos para hacer el pino con la cabeza apoyada
Paseo del oso
El primer paso para ir adaptándonos con comodidad a esta nueva postura será ir fortaleciendo los apoyos, en este caso, nuestros brazos, muñecas y manos.
Para ello haremos el ejercicio de caminar como un oso, también llamado paseo del oso (bear walk en inglés). De esta forma, a la vez que fortalecemos lo que será nuestro apoyo a la hora de hacer el pino, también enseñaremos a nuestra mente que éstos son seguros y que una postura casi invertida, tampoco nos crea problemas.
Para hacer el paseo del oso nos pondremos con las manos y los pies apoyados en el suelo (las rodillas no) e iremos caminando intentando elevar el culo todo lo que podamos. De esta forma cargamos más peso en nuestros brazos, que es el objetivo que buscamos con este ejercicio.
Haz un par de paseos del oso, pero no demasiado largos (sobre todo al principio).
Rana
El siguiente ejercicio sería el de la rana. En este caso no estamos en una posición tan invertida como en el paseo del oso, pero trabajamos mucho más el apoyo de las manos.
De esta manera ganaremos fuerza y confianza en estos apoyos. Así, cuando también dispongamos del apoyo extra que nos da la cabeza, nos sentiremos mucho más seguros a la hora de hacer el pino.
Has 2 o 3 series de 10 a 20 segundos. Es un ejercicio que tiene cierta dificultad en cuanto al equilibrio, por lo que es posible que al principio te resulte difícil. Si lo pruebas varios días y no te sale, no te preocupes, pasa al siguiente.
Trípode agrupado
Este será el último ejercicio antes de hacer el trípode normal o pino con la cabeza apoyada. Será igual pero en este caso mantenemos las piernas agrupadas. De esta forma, tenemos más control sobre nuestro cuerpo y da una sensación de mayor seguridad.
Recomiendo hacer este ejercicio con la espalda cerca de una pared por si nos pasamos de impulso al levantar las piernas, que no nos volquemos para el otro lado.
Si te da más seguridad, al principio puedes hacerlo con la espalda prácticamente apoyada en la pared. Poco a poco, al ir ganando confianza, puedes separarte un poco más.
Haz un par de series, empezando por los 10 segundos e intentando llegar a los 30. Presta atención a tu cuello, si te molesta al día siguiente, haz las series más cortas.
¡A por el pino!
Te recomiendo hacer estos ejercicios durante un par de semanas y luego probar a hacer el pino con la cabeza apoyada, esta vez con las piernas bien estiradas.
Si ves que no te sale, vuelve a estos ejercicios durante otra semana más y vuelve a probar. Así hasta que lo consigas.
A la hora de intentar el pino en la posición de trípode, ponte cerca de una pared. Así si pierdes el equilibrio y caes de espaldas, no llegarás a caer y te dará más seguridad.
Desde la posición del oso con la cabeza apoyada en el suelo, puedes impulsarte con una pierna hasta alcanzar cierta verticalidad o subir poco a poco desde la posición del trípode agrupado. Esta última cuesta un poco más en cuanto a fuerza, pero menos en cuanto a equilibrio.
Ten en cuenta que la posición final no es del todo vertical, sino inclinado un poco hacia los pies. Esto se debe a que tenemos el apoyo de la cabeza. Por lo que para mantener un buen equilibrio deberás mantener una linea recta ligeramente inclinada hacia los pies o mantener el tronco vertical y romper un poco la linea a la altura de la cadera bajando un poco los pies (ver foto del inicio del artículo).
Es importante mantener la misma carga en todos los apoyos. Si notas mucha carga en la cabeza estás demasiado vertical. Si notas mucha en los brazos, estás demasiado inclinado.
Si quieres seguir avanzando con este ejercicio, te recomiendo el CURSO de PINO. Con él podrás llegar a hacer un pino de más de 30 segundos sin apoyo de la pared, ni de la cabeza. Eso sí, te aviso de que es una carrera de fondo…
En este vídeo te enseño mi progresión: en un año pasé de los 10 segundos a los 30.
En el curso te enseño todos los ejercicios con los que trabajé.