Siempre que hablamos de salud nos centramos en alimentación y ejercicio físico. Pero entran más factores en la ecuación. Roseto, un pequeño pueblo de Pensilvania cuyos habitantes son de origen italiano, es un claro ejemplo de ello. A pesar de beber y fumar, tenían menor mortalidad y muchos menos infartos que sus vecinos. Esto es, en resumen, el efecto Roseto.
Estudios sobre longevidad
Estudios anteriores al de Roseto sobre longevidad se habían centrado en razas, ocupación o características demográficas. Pero en este caso, parece ser que la diferencia está en el carácter de la gente y en la actitud de «hacer piña».
Trataré el tema de la longevidad más en profundidad en el futuro, porque da para mucho y es algo muy muy curioso. Muy relacionado con esto está la entrevista con Rubén Murcia Prieto en la que hablamos de Proteína, longevidad y cereales.
El efecto Roseto
Poblaciones vecinas
En este estudio se recogen gran cantidad de datos sobre Roseto y poblaciones aledañas. Vamos a destriparlo para ver que se esconde detrás de los datos y de las conclusiones del estudio, porque después veremos algo que no me termina de cuadrar.
Dado la baja tasa de infartos y menor mortalidad de Roseto se buscaron factores diferenciadores entre poblaciones vecinas. Se estudiaron Bangor, Nazareth y otras dos más buscando estas diferencias y no encontró nada en cuanto a factores de riesgo siendo, al menos, iguales que en Roseto.
Por cercanía, (ver mapa) se estudió a fondo la población de Bangor, además se encontraba en la media del país en cuanto a infartos y mortalidad. Decir que no se encontraron diferencias: el suministro de agua provenía del mismo sitio y tenían los mismos médicos y medios hospitalarios, etc. salvo por una cosa: el modo de vida mediterráneo.
El modo de vida mediterráneo
Una imagen vale más que mil palabras
Esta expresión no se recoge en el estudio, pero creo que expresa muy bien la forma de vida que tenía esta gente y que tanto nos gusta 🙂
Las diferencias entre infarto y mortalidad entre Roseto y su vecina Bangor se atribuyen a las diferencias culturales y de convivencia como grupo que había entre ambas poblaciones. En Roseto el modo de vida se centraba en la familia, no había ostentación aunque hubiera riqueza, compraban casi exclusivamente en los comercios locales (claro, no tenían Amazon ni Internet :D) y se casaban casi exclusivamente entre ellos.
También solían convivir bajo el mismo techo tres generaciones. Aunque en el estudio se recoge como un factor protector dependería de cómo te llevabas con los suegros…
Y el sueño llegó a su fin… ¿O no?
Sin embargo, al principio de 1960, hubo cambios en la comunidad. Los rosetanos de entre 25 y 35 años y adolescentes fueron abandonando la forma de vida de su antigua comunidad en favor de un modo de vida social más americano. En la gráfica se ve mejor:
En el estudio se mantiene la hipótesis de que este cambio social tuvo repercusión en la protección que había en Roseto contra la muerte por infarto. A finales de los 60 y principios de los 70 el cambio ya era evidente y así fue también en el incremento de infarto y también en mayores ratios de mortalidad.
Pues tengo que decir que no estoy de acuerdo. Vamos a ver el cambio que se produjo en la localidad vecina comparada con Roseto:
Para verlo aún más claro os voy a dejar las gráficas con la mortalidad total:
Es un hecho que hay una diferencia muy notable entre ambas poblaciones. En el estudio dicen que el incremento en mortalidad e infartos en los años 60 está provocado por el cambio en el modo de vida de Roseto. Ahí no estoy de acuerdo, porque también empeora en la localidad vecina.
Me cuadra más que sea por todo el mito que surgió en los años 50 de que las grasas eran malas, el Estudio de los «Siete» Países (que en realidad eran 22) y todo ese mito del colesterol. Si te interesa el tema escucha la entrevista: La gran mentira del colesterol, con Jorge García-Dihinx.
Conclusión
En los estudios observacionales, como el que hoy nos ocupa, hay que coger las conclusiones «con pinzas». Entran en juego muchos factores de confusión, no sabemos a ciencia cierta el motivo de este factor protector. Todo parece indicar que es por la unión que tenían con los suyos (familiares, amigos, vecinos…) porque es un patrón que se repite en las zonas más longevas del planeta. Pero también podría ser por el vino u otros factores que se nos escapan.
Pues eso, mi recomendación, ¡disfruta la vida compartiéndola con los que tienes cerca! Familiares, amigos, vecinos, da lo mismo. Tómate unas cañas (o lo que sea) con los amigos de vez en cuando, que nos gusta cuidar mucho el cuerpo con la comida y el entrenamiento, pero la mente también es parte muy importante del cuerpo.
Si te ha resultado interesante, te recomiendo escuchar el episodio de la radio 65. No todo es dieta y ejercicio: el Efecto Roseto